miércoles, 31 de diciembre de 2008

Las cosas que pasan.

A veces necesito, sabes, ponerme egoísta y engreída, olvidarme de lo que según el diccionario es el amor, olvidarme de que sos lindo y de las razones por las que decidí, un buen día y creyendo no equivocarme, que te quedes a mi lado, con una inocencia tierna, sin saber lo que era.
Necesito también ponerme histérica y estúpida, hacerme la desentedida y entender más de lo que debería, celar, llorar, dudar, confundirme hasta la desesperación, hacer de todo para que sientas lástima. Y sin darme cuenta, y mientras hago lo que sea por alejarme, te voy necesitando otra vez, porque todo termina en necesitarte.
Porque aunque me ponga los mil y un disfraces y recuerde constantemente mis propias imperfecciones, y te las recuerde para sumarte razones, sin tener yo las suficientes, para dejar de amarme, aunque haga lo posible porque las cosas sean peores, sé muy bien, mejor que cualquier otra cosa, que ante cualquier inconveniente, cualquier cuestión ajena a mi manipulación, iré corriendo, como una estúpida, como una egoísta y una engreída, a tus cálidos brazos.

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